* Las leyes decretadas por los teytes no permitían que se unieran en matrimonio Ometepetl y Nagrando .Niquiranos y Nagrandanos impidieron un gran romance
* Ometepetl era la admiración de todos los indios mancebos. Su silueta era bien delineada y su hablar dulce y sonoro . La historia de amor comienza con el enamoramiento de Ometepetl y Nagrando, ambos provenientes de dos tribus en conflicto. Ometeptl pertenecía a la tribu de los indios Niquiranos y Nagrando a los Nagrandanos.
Ometepetl era una muchacha preciosa, alta, pelo lacio, bien formada. Su sonrisa hechizaba y su mirada deslumbraba. Ella era la admiración de todos los indios mancebos. Su silueta era bien delineada y su hablar dulce y sonoro.
"Nagrando era fornido, con brazos como de madroño, piernas como de tempisque, nariz aguileña, diestro en la pesca y en la cacería: era un guerrero", narra la leyenda.
Las familias de ambos jóvenes eran enemigas a muerte y las leyes decretadas por los teytes no permitían que se unieran en matrimonio.
Una tarde de verano Nagrando se encontró con la bella Ometepetl y los dos quedaron enamorados. En ese momento Xochi-pilli hizo sonar la canción de la brisa en todos los pastizales, Quetzalcóatl desprendió exhalaciones por todo el universo. Ehécatl hizo caer sereno y todos los teotes desparramaron bendiciones sobre aquel nuevo amor. Mientras tanto, Coapotl se regocijaba y los pájaros soltaban sus trinos.

nota: leyenda rescatada de http://www.manfut.org/leyendas/index.html
Linda historia
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