Anastasio Somoza García, conocido comoTacho; nació en San Marcos (Departamento de Carazo), en el año1896 y fallece en Ancón, Panamá en 1956) Militar y político nicaragüense. Estudió en la Universidad de Filadelfia, en Estados Unidos. Participó en el levantamiento militar del general Emiliano Chamorro en 1925, que llevó al poder al Partido Liberal. En 1931 fue director auxiliar de la Guardia Nacional , dirigió el asesinato de Augusto César Sandino y derrocó al presidente Juan Bautista Sacasa. Se nombró Jefe de Estado y Comandante de la Guardia Nacional y reformó la Constitución del país para centralizar el poder en sus manos.
En 1950 falleció el presidente Román y Reyes, y se proclamó presidente interino y electo. En 1954 trató de derrocar al presidente de Costa Rica, José Figueres, e intervino en el golpe de Estado contra Jacobo Arbenz, de Guatemala. Aprovechó su gobierno para aumentar su fortuna, aliarse con los intereses anticomunistas y expansionistas estadounidenses, y apropiarse de la mitad de las tierras nicaragüenses. En 1956 fue herido gravemente en León por el poeta Rigoberto López Pérez, y murió en el avión enviado por Dwight David Eisenhower, presidente de los EE.UU. Lo sustituyó su hijo Luis Somoza Debayle, presidente del Congreso.
El documento, de 28 páginas, incluyendo una portada muy sobria, estaba dividido en tres partes.
La primera, contiene el inventario de las escrituras de fincas del Gral. Somoza en Carazo; la segunda, un listado amplio de otras propiedades en el resto del país; y la última, el índice de títulos de fincas rústicas, urbanas y semi-urbanas, pertenecientes al mandatario y a su esposa, doña Salvadorita Debayle de Somoza. En suma: 85 el primer texto, 26 en el segundo y; 115 en el último índice. Se trata de un abanico de títulos, declaraciones y escrituras, de lotes, fincas, viviendas y hasta acciones, adquiridas sobre todo después de 1937, una vez que asume la Presidencia de la República en elecciones fraudulentas.
Ahí, desde la silla presidencial, apoyándose en su poder político, partidario y militar, el General Anastasio Somoza García multiplicó en proporciones geométricas su capital semilla. O sea, las cuatro propiedades originales: El Porvenir, El Llano, La Pita y El Bosque. "EL COMPRADOR", UN HOMBRE DE CONFIANZA Se llamaba Julio Somoza y era su hermano paterno. No se detenía ante nada, ni ante nadie.
El 31 de diciembre de 1948, a pocas horas de las celebraciones de Fin de Año y de Año Nuevo, consiguió la venta de una finca urbana en Jinotepe, perteneciente a Luis José León. Luego la inscribió a nombre del Gral. Somoza García, con el No. 1020, asiento 3, folio 169, Tomo 160, del Registro de Jinotepe.
Tampoco le importaban los métodos. El 14 de marzo de 1947, a través de una venta forzada, obtuvo de parte del señor Salomón Vanegas Doña, un total de 450 manzanas de terreno, al sur de Santa Teresa, Carazo. La compró Julio Somoza y luego la inscribió a nombre del Gral. Somoza.
Le denominaban “San Antonio”. Posteriormente, en los años subsiguientes –1948 y 1949— el mismo Julio Somoza, armado y custodiado por efectivos militares, logró la “venta” también de todas las propiedades anexas a San Antonio. Es decir, las colindantes. EQUIPO DE ABOGADOS LEGALES El nombre del Dr. Modesto Salmerón, abogado y notario del padre del Gral. Somoza García, está acompañado de un equipo de abogados leales, que libraban y registraban todas las propiedades adquiridas al amparo del poder.
En Carazo, según la documentación familiar a la que tuvo acceso LA PRENSA en el Instituto de Historia de Nicaragua (IHN), figuran Carlos H. Sánchez, Guillermo Mora, Alberto Sotomayor y Salomón Gómez. En el caso de Sánchez fueron más de diez propiedades escrituradas, mientras que en el de Mora fueron alrededor de 16, según un pequeño ejercicio estadístico.
Mientras tanto, las propiedades registradas en Managua, sugieren la participación de al menos media docena de abogados y notarios, entre los que destacan dos personajes muy cercanos a la familia Somoza: Guillermo Sevilla Sacasa y Oscar Sevilla Sacasa. El primero era su yerno, al casarse con su hija Lilliam.
En la capital saltan los nombres de otros abogados y notarios, entre los que están: Alejandro Romero C., León Barrios, Guillermo Areas, Carlos Collado y Nicolás Osorno. Tenían una gran presión laboral, ya que desde 1934 hasta 1956, año en que Rigoberto López Pérez dispara contra el Gral. Somoza García, provocándole luego la muerte, no hubo tregua alguna. En 1938, por ejemplo, registraron alrededor de 15 transacciones a favor del jefe militar y; en 1941, más de 18 compra-ventas.
Una de las transacciones de 1941, precisamente, se registró en Costa Rica, donde el Gral. Somoza García adquirió una vivienda, con la ayuda de Luis Mena Solórzano. Este mismo, bajo cobertura diplomática, resultó ser su “mano derecha” en los negocios turbios que realizaban en el vecino país.
“Mi querido General Somoza”, reza en una carta fechada San José, Costa Rica, junio 5 de 1941, en la que aborda cuatro tópicos: negocios ilícitos con ganado, compra y registro de la casa, el cumpleaños de la esposa del presidente costarricense y; adquisición de armas por parte de las autoridades vecinas.
“De manera confidencial informo a Ud. que el atraso del Sr. Wolf en hacer la remesa de los fondos (por el asunto del ganado) obedecía a lo siguiente, conforme he podido averiguarlo: las últimas cabezas de ganado entraron furtivamente a Costa Rica, mediante el silencio de las Autoridades de Hacienda de aquí.
Naturalmente, sin los documentos de ley que evidenciaran la importación, la Comisión de Control de Cambios no podía autorizar la Letra ”, refirió en la correspondencia escrita en el papel para uso “Personal”. Sin embargo, le explicaba a continuación que Wolf estaba procediendo a entregarle dinero en efectivo y en cheques hasta sumar US$14,579.95, como resultado de la introducción ilícita de ganado en pie a Costa Rica. “Ruego a Ud. hacer sus cuentas y decirme cómo están, pues no sé exactamente cuántos animales fueron entregados a Wolf; además, hay unos liquidados a US$17 cada uno y otros a distinto precio”, agregó.
Para despistar al público del país vecino, sobre el negocio que dice “está resultando maravilloso”, Mena Solórzano le relata al Gral. Somoza que mandan a publicar en los diarios locales que no se ha importado un solo novillo de Nicaragua, lo que evidencia que la ganadería costarricense es autosostenida. “Visto lo anterior”, refirió Mena Solórzano, “creo que con una fuercesita Ud. podría conseguir un precio más favorable para su ganado. Es cuestión de hacerse el disimulado y no dejar salir ningún animal para este país (Costa Rica), por mientras mejoran el precio”, indica.
Uno de estos casos curiosos es el que registró el abogado y notario Estanislao Vela, residente en Granada, quien certificó a nombre del doctor don Salvador Solano, abogado, que había quedado cancelada la deuda contraída por la familia Somoza con su representante, don Pedro Gómez, pese a que se había extraviado la documentación de la mora y por ende, no tenía recibo de los abonos.
Con la entrega de 200 córdobas se dio por cancelada la deuda. “... al hacer este pago, tanto el General don Anastasio Somoza, como su señora madre y la sociedad ‘Somoza y Compañía’, quedan completamente solventes con la referida acción del doctor Pedro Gómez”, dice la copia de la escritura. “... en consecuencia, queda sin ningún valor ni efecto el documento privado de que se ha hecho referencia, aún cuando llegare a aparecer más tarde”.
El 21 de septiembre de 1956. En la Casa del Obrero (León), se daba una fiesta, tras la convención liberal que proclamaría otra vez a Somoza García como su candidato. Ese mismo día es muerto por las balas de Rigoberto López Pérez.
Artículo rescatado del Diario La Prensa de fecha 22 de Febrero del 2001
NI QUE PONER, NI NI QUE QUITAR.
ResponderEliminarESTAMOS EN UNA NUEVA ERA SOMOCIANA. CON UN ESPLENDOR Y VARIEDAD DE NEGOCIOS ILÍCITOS INCREÍBLE.
LOS DESPOSEÍDOS QUE NO TENEMOS LA MAGNÍFICA (AVAL DEL DUEÑO Y SAPO JEFE LOCAL DEL PARTIDO) NO TENEMOS DERECHOS, MIENTRAS NO NOS ARRODILLEMOS A LA MAFIA.
PERO COMO DIJO UNO DE SUS PRINCIPALES ARTÍFICES, QUE EN PAZ DESCANCE Y DIOS LO HAYA PERDONADO: "NO SE ARRODILLEN JAMÁS"