Medio siglo de dictadura en Nicaragua


Para conocer este período de dictadura somocista, es interesante leer este artículo de María Méndez / abogada.

“… Dentro del conjunto de dictaduras que rigen los destinos de Latinoamérica, especial atención merece el caso de Nicaragua. Nación centroamericana que soporta, desde hace casi medio siglo, los excesos de la familia Somoza, la dictadura más antigua del continente, que configura el tipo de la clásica tiranía ya superada en nuestros países (salvo quizás en Haití y Paraguay).

En efecto, al igual que acontece en las tiranías descritas por algunos escritores latinoamericanos, la dictadura nicaragüense se ha caracterizado por la total concentración del poder y la riqueza nacional en manos de los Somoza, que han ejercido el poder en función de sus propios intereses personales, sin sentido institucional alguno, sin barreras materiales ni lógicas y con un absolutismo lindante con lo absurdo. Y, así, cada uno a su turno, los Somoza han venido actuando como los duelos absolutos del gran feudo constituido por Nicaragua. El porqué la evolución de Nicaragua ha llegado a tal estancamiento, se explica, primordialmente, por la cruenta guerra civil que sacudió al país en el pasado y a la interferencia norteamericana que ha sufrido constantemente.

Efectivamente, Nicaragua a pesar de su pequeñez (133.000 km2 y 2 millones y medio de habitantes), no solo constituía un bastión esencial para que EE.UU. se impusiese en el Caribe, sino que se encuentra en una zona estratégica para la "Defensa Continental" y es considerada como la nación más apropiada para construir una vía transoceánica que pueda eventualmente, reemplazar al actual Canal de Panamá. Presentando, además, grandes atractivos para la explotación primaria (banano, granos, madera, metales) en regular escala.

Así, ya en 1855, hubo Nicaragua de soportar que William Walker, un bucanero que operaba con respaldo oficial de EE.UU., la invadiese y se proclamase presidente.

La intervención de Norteamérica en Nicaragua inicia una nueva era, en 1910, con la firma de los Pactos Dawson consolidándose, luego, a través de una serie de prestamos de la banca de ese país y mediante 2 largas ocupaciones militares: de1912 a 1925 y de 1926 a 1933.

En 1933, la marina estadounidense hubo, finalmente, de retirarse del país, dada la resistencia de Augusto César Sandino, quien la combatió durante 6 años consecutivos. Antes de abandonar el país, sin embargo, los norteamericanos dejan constituida la Guardia Nacional, cuerpo armado que, bajo las órdenes de Anastasio
Somoza García, se encargaría de asesinar a traición a Sandino (1934) y de llevar laa ctual dinastía al poder.
LOS SOMOZAEl fundador de la dinastía, Anastasio Somoza García, un contador, convertido por
los invasores en el hombre clave de Nicaragua por su dominio del inglés, derroca a su tío Juan B. Sacasa en 1936 y se las arregla, a través de golpes de fuerza y manipulaciones electorales, para ejercer la Primera Magistratura hasta 1956. Año en que es ajusticiado por un opositor, cuando intentaba hacerse reelegir.

Al morir, le sucede en el poder su hijo Luis Somoza Debayle, quien ejerce la Presidencia desde 1956 a 1963. Mientras su otro hijo, Anastasio Somoza Debayle, se desempeña como Jefe de la Guardia Nacional y quien, a su vez, tras masacrar amás de 300 personas y herir a cientos de opositores en una manifestación, se hará designar como Presidente de la República en 1967, cargo que ocupará casi sin interrupciones hasta hoy.


BASES DE SUSTENTACIÓN DEL RÉGIMEN

La razón por la cual los Somoza se han sustentado en el poder durante 42 años, se debe tanto al apoyo irrestricto de Estados Unidos como a la fidelidad de la Guardia Nacional.

Los Somoza han contado con el incondicional apoyo político, económico y militar de los diversos gobiernos que han pasado por la Casa Blanca que, de esta manera, han correspondido la lealtad que éstos han sabido demostrar hacia los intereses públicos y privados del imperio.

El Departamento de Estado norteamericano no solo ha supervigilado e intervenido abiertamente en los falsos procesos electorales que se llevan a efecto en Nicaragua, en aras de una ficción jurídico-política, que le dé un barniz de legitimidad al régimen (y dentro de la cual se mantienen un Congreso y un Poder Judicial supuestamente independientes) sino que, a través de sus funcionarios en Managua, ha toado parte activa en los arreglos políticos que han facilitado la gestión de los Somoza. La injerencia que EE.UU. ejerce y ha ejercido es tal, que los propios nicaragüenses, de gobierno o de oposición, acostumbran visitar la embajada de ese país o viajar a Washington antes de dar un paso político importante.

La asesoría que el actual dictador recibe de fuentes norteamericanas llega hasta el punto que N.L. Wolfson, el portavoz y relacionador público del gobierno, es el presidente de una conocida empresa de relaciones públicas estadounidense, con sede en Nueva York, que se encarga de promover el régimen tanto en Nicaragua como en EE.UU.

Es curioso remarcar que la influencia norteamericana ha determinado al dictador, incluso, en lo personal. En efecto, Somoza, luego de graduarse en West Point, ha conservado de por vida no solo los lazos de amistad con sus antiguos compañeros, que hoy se desempeñan en el Pentágono, el Gobierno y el Congreso estadounidenses, sino que también el hábito de intercalar palabras en inglés durante su conversación. Por otro lado, las dos mujeres a quien ha conferido,
simultáneamente, el titulo de Primera Dama de la nación, son norteamericanas: su esposa, Hope Portocarrero y su amiga intima, Dinorah Sampson.

El régimen ha sido, así mismo, generosamente beneficiado con el apoyo financiero del sector público y privado de EE.UU., que se ha canalizado, casi en su totalidad, hacia las cuentas bancarias personales de la familia Somoza. (Lo que se ha traducido, lógicamente, en un endeudamiento de más de 850 millones de dólares yen un servicio de la deuda externa cercano a los $ 200 millones, en circunstancias que el presupuesto anual del país, para 1977, fue de 346.8 millones de dólares) 2.Actualmente, pese a las anunciadas intenciones de Carter de supeditar la ayuda
económica al respeto de los derechos humanos, el apoyo a Somoza se mantiene ,aun cuando su entrega se acelera o retrasa según el juego interno en Washington.En consideración a que Nicaragua constituye una pieza clave en el engranaje bélico montado por el imperialismo, para asegurar su predominio en Centroamérica y
garantizar el fracaso de todo movimiento revolucionario o nacionalista en la zona yque ha sido numerosas veces utilizada por éste para intervenir militarmente en otros países (como ocurrió con Guatemala en 1954, con Cuba en 1961 y con El Salvador en 1972), los Somoza han sido, también, grandes receptores de la ayuda La Norman, Lawrence, Patterson and Sarrel, Inc.2Diario "El Nacional", Caracas. 18-1-78. militar norteamericana (así, por ej., Carter les concedió en octubre de 1977, 2.5millones de dólares en ventas militares) y cada vez que se han visto peligrar en el poder han contado con el apoyo de las Fuerzas Armadas estadounidenses que se han movilizado hacia el país. (Así sucedió en 1956, 1960 y 1972).

Nicaragua, así mismo, cuenta con la misión militar norteamericana más numeros de toda Centroamérica y ha desempeñado un papel decisivo en la integración que, bajo control estadounidense y mediante el Consejo de Defensa Centroamericano, se ha operado entre las fuerzas armadas de la zona, dando paso a una comunidad paramilitar centroamericana para la contrainsurgencia.

Por su parte, la Guardia Nacional ha sido, igualmente, fiel a los Somoza. Esta institución, que constituye el único cuerpo armado del país, fue formada por los norteamericanos a través de un Convenio impuesto por el embajador Mathew B.

Hanna en 1932. Habiendo sido estructurada como un cuerpo de ocupación y dotada con altos mandos formados en West Point y otras academias militares estadounidenses, la función específica de la Guardia, que hoy cuenta con 7.500 hombres, y es dirigida por el propio dictador, es, y ha sido siempre, reprimir tod osigno de oposición al régimen. Para lo cual dispone de bandas paramilitares paralelas y de batallones adiestrados en las bases norteamericanas de Panamá y con Centros de Entrenamientos dirigidos por instructores estadounidenses.


CARACTERÍSTICAS DE LA GESTIÓN SOMOCISTA

La tiranía Somoza se ha caracterizado, tanto por su incapacidad para resolver los problemas económicos y sociales de Nicaragua, como por la corrupción y la violación de los derechos humanos.

Así, aún siendo Nicaragua un país productor y exportador de bienes agropecuario básicos, a consecuencia de la concentración de la propiedad agrícola y del poder de exportación, en el campo, donde se ubica la mitad de la población económicamente activa, el 60% del campesinado padece de hambre y el 25% está cesante (según
datos oficiales de 1976). Siendo el salario diario, por jornadas de 10-12 horas, de solo 5 córdobas (0,71 centavos de dólar) pagadas, generalmente, en especies  y mercancías.

La población urbana, a su vez, padece un 16% de cesantía, mientras que sólo el 5%percibe ingresos de 500 dólares o más y el 95% tiende a vivir en la miseria.

Para completar el desolador panorama nicaragüense, basta indicar que el 70% de la población es analfabeto; que sólo el 26% de los niños en edad escolar recibe educación primaria y que solamente hay 5 médicos por cada 10.000 habitantes. Contrastando con lo anterior, los Somoza, con métodos, tales como la evasión tributaria, el uso de la capacidad crediticia del Estado y la canalización de los créditos extranjeros, han acumulado una opulenta fortuna. El inmenso capital heredado por la familia a la muerte del fundador de la dinastía, no ha dejado decrecer en los últimos años, sobre todo con la ayuda internacional llegada por el terremoto de 1972 y que fuere controlada por el actual dictador, en su calidad de Presidente del Comité Nacional de Emergencia y Ministro de la Reconstrucción.

Así, por ej., la familia Somoza es propietaria: del 60% de las tierras cultivables; de la línea naviera que tiene el monopolio legal de la carga proveniente de la costa este de EE.UU., del puerto llamado Puerto Somoza; de cadenas hoteleras; empresas de seguro; del canal 6 de la televisión; del diario "Novedades"; de plantas de leche;
de la industria de los metales, etc. Y controla bancos, financieras, urbanizadoras; la producción y exportación de la carne y de la pesca, etc. Somoza es, también, dueño de Plasmoféresis Blood Bank, empresa dedicada a comerciar con sangre humana, comprada a desempleados de Nicaragua y revendida en EE.UU.; contra la que pesa la denuncia de haber extraído la totalidad del flujo sanguíneo a opositore sencarcelados y sentenciados a muerte por la Guardia Nacional .

Así mismo, dadas las funciones represivas de la Guardia Nacional, las matanza colectivas, las violaciones de mujeres y niños, los fusilamientos sin juicio, las desapariciones, la cárcel y la tortura son experiencias cotidianas del pueblo
nicaragüense. Situación que se ha agravado, últimamente, pues aldeas enteras han sido bombardeadas con napalm por aviones norteamericanos provenientes del Canal de Panamá.


EL CUADRO POLÍTICO


Las fuerzas políticas, actualmente en juego en Nicaragua, están representadas por El Partido Liberal Nacionalista, conformado por los partidarios de Somoza, quien desempeña su presidencia. Esta organización tiene mayoría en el Congreso y en los Consejos Municipales, copando los altos cargos de los Tribunales de Justicia y de l Administración Pública..

Dentro de este partido existen 4 tendencias (al parecer predispuestas a una lucha encarnizada a la hora de la sucesión): la familia Somoza; los somocistas de la vieja guardia encabezados por Pablo Rener y Cornelio Hueck (jefe del partido hasta hace poco, pero, actualmente, en desgracia con Somoza); un grupo de viejos oficiales de la Guardia Nacional enriquecidos por el abuso, y un sector de jóvenes oficiales fascistas; y los tecnócratas que asesoran al gobierno.

El Partido Conservador que constituye la única organización política legal de oposición que se permite. Para las elecciones presidenciales de 1967 este partido formó parte de la Unión Nacional Opositora que agrupaba a los opositores de la candidatura de Somoza. Pero, posteriormente, a instancias del embajador norteamericano, pactó con el somocismo. A resultas de lo cual, se le aseguró el 40% de las bancas del Congreso en 1972 y se determinó la reelección de Somoza en1974.

Sufriendo, luego, la escisión de los llamados Conservadores Agüeristas, cuyo líder, Fernando Agüero, rompió con Somoza. La Unión Democrática de Liberación, (UDEL), coalición integrada por diversos partidos políticos y organizaciones sindicales que aspiran a la democracia.

Constituida en 1974, la UDEL se encuentra, actualmente, conformada por los partidos: Liberal Independiente; Socialcristiano; Socialista Nicaragüense; Acción Nacional Conservadora; Movilización Nacional; Movimiento de Salvación Nacional; Movimiento Liberal Constitucionalista y por la Central de Trabajadores de Nicaragua y la Confederación General del Trabajo.

La UDEL, cuya tendencia política puede definirse como centroizquierdista, contempla en su programa: luchar por la alternatividad en el ejercicio del poder público; garantizar la libertad de información, expresión y difusión del
pensamiento; la defensa racional de la riqueza nacional y la nacionalización progresiva de los recursos minerales, forestales y marítimos; la reforma agraria qu eafecte, en especial, las tierras sin cultivar y la reestructuración del Mercado Común Centroamericano en función de los pueblos de la zona.


A pesar de encontrarse proscrito, este frente político cuenta con amplio apoyo y una sólida organización. Y estuvo presidido, desde 1975, por Pedro J. Chamorro, e lmalogrado director del único diario de oposición que circula en Nicaragua (LaPrensa), un socialdemócrata que contaba con la simpatía de ciertos sectores progresistas estadounidenses.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional, (F.S.L.N.), organización que aglutina a socialistas, comunistas, democratacristianos, católicos y apolíticos que luchan por la democracia, propiciando la rebelión armada contra la tiranía. El frente toma su nombre de Augusto C. Sandino, el guerrillero antiimperialista de los años 20, habiendo sido formado en 1961 tras una fracasada rebelión antisomocista (1960). Fundado y dirigido largo tiempo por el Partido Comunista, vino, posteriormente, a enriquecerse con los postulados cristianos, cuando muchos de los integrantes del movimiento estudiantil católico de 1970, convencidos de quela lucha no violenta era impracticable en Nicaragua, inspirándose en los principios de la guerra justa y el derecho de legítima defensa, sostenidos por la Iglesia, se
unen al F.S.L.N. Los sandinistas, que han descartado los asaltos a empresa sprivadas y los atentados, lejos de constituir un grupo terrorista, no son sino la expresión de un pueblo que se ha visto compelido a desarrollar la lucha armada para no ser aniquilado.

Los sandinistas, autodefiniéndose como socialistas democráticos, consideran en su programa: el derrocamiento del somocismo y la celebración de elecciones libres; la disolución de la Guardia Nacional; la nacionalización de la banca privada; una rápida reforma agraria y la expropiación de las empresas de los Somoza. Tras el duro camino recorrido, los sandinistas, demostrando gran madurez política, han buscado y logrado una alianza con todos los sectores opuestos al somocismo, conquistando así un creciente apoyo popular. Y sin desperdiciar ninguna fuerza social que pueda colaborar en su tarea, ha movilizado a los sectores femeninos y conquistado adherentes, incluso, dentro de la propia Guardia Nacional.


LAS DIFICULTADES DEL RÉGIMEN

El somocismo se ha venido enfrentando en los últimos tiempos con dificultades crecientes. En efecto, la recesión económica que afecta al país, desde hace algunos años, ha provocado un paulatino distanciamiento entre el régimen y el sector privado, uno de sus tradicionales aliados. Crisis de confianza que se debe, principalmente, a la incapacidad demostrada por la administración pública paraplanificar y coordinar las actividades de organismos fiscales y ministerios y para invertir productivamente los 250 millones de dólares llegados al país a raíz del terremoto; y por un generalizado resentimiento, provocado por la forma como Somoza y sus allegados concentran el poder de ejecución y decisión, y monopolizan los contratos públicos.


Por otro lado, contrastando con la pasividad que la Iglesia Católica observó frente al  somocismo, desde hace 10 años, aproximadamente, se llevan a cabo significativos cambios en su seno. Los que se acentuaron, desde 1970, con la
designación de Monseñor Obando y Bravo como Arzobispo de Managua y l irrupción del movimiento estudiantil católico que, en denuncia del sistema vigente ,protagonizara la toma de la Universidad y la ocupación de la Catedral y de diversos templos. Las medidas de control natal y las constantes violaciones de los derechos humanos, patrocinadas por el régimen, determinaron, finalmente, lafranca oposición de la Iglesia, que se ha pronunciado, abiertamente, por un cambi de estructuras y en pro de la democracia.

Coincidiendo con los fenómenos apuntados, en la década del 70, se han venido produciendo constantes manifestaciones de inquietud en Nicaragua. Así, en 1973 y1974 estallan huelgas en los sectores textiles, de la construcción, hospitales, otros servicios públicos, etc., mientras en el agro recrudecen las recuperaciones de tierra
y se lleva a cabo una acción sin precedentes, por parte de los sandinistas: la toma de 14rehenes en casa de un industrial que daba una fiesta en honor del embajador norteamericano y que obliga al régimen a ceder ante todas sus exigencias.

La represión desatada en 1975 y 76, por otro lado, le vale a Somoza el convertirse en blanco de una serie de denuncias formuladas ante la opinión pública internacional y el Parlamento de Estados Unidos, país donde se desata una fuerte campaña en su contra. Situación que se agrava con el advenimiento de Carter y que, dada la campaña en pro de los derechos humanos en que éste se compromete, la ayuda económica se supedita a mejoras en esta materia. Viéndose el dictador obligado a derogar la Ley Marcial y a restablecer la libertad de prensa.

La crisis cardíaca sufrida por el dictador, en julio del 77, da motivo, igualmente, para que las pugnas y ambiciones entre sus seguidores, que no presentan ya un frente político único, salgan a la luz En octubre de 1977, a su vez, el F.S.L.N. protagoniza una serie de acciones armadas ue sirven de fuerza cohesionadora de todos los sectores que se oponen al régimen(UDEL, Iglesia, sector privado y el propio Frente Sandinista), que se unen en la búsqueda de una solución para los problemas nacionales y designan una Comisión para dialogar con Somoza, en miras de un cambio político.

El diálogo se rompe, en enero del 78, con el asesinato de Pedro J. Chamorro, a manos de una banda paramilitar somocista y que provoca el estallido de un ahuelga general en exigencia de la renuncia del dictador y de un gobierno
democráticamente designado. En este movimiento huelguístico, el primero de carácter general que se produce desde 1944, que dura 17 días consecutivos y logra paralizar el 90% de las actividades nacionales, no solo participan todos los sectores de oposición sino también el Partido Conservador, que rompe con Somoza, y la masa ciudadana.


CONCLUSIONES

Aun cuando Somoza se mantiene en el poder, las crecientes dificultades que ha venido afrontando, demuestran que ya ni garantiza la estabilidad que sus aliados externos exigen, ni cuenta con el apoyo incondicional de toda la Guardia Nacional(de allí la debilidad con que el aparato represivo ha hecho frente a las últimas
crisis). También, ha quedado demostrado que los nicaragüenses están dispuestos a luchar por la democracia. Así, de no producirse un cambio, es posible, incluso, que se desate una nueva guerra civil en Nicaragua.

La pregunta clave que se ha de formular es, sin duda: ¿cuál será la posición que Norteamérica adoptará frente a las crisis que vienen? Existen indicios contundentes de que la dictadura sigue contando con el apoyo del Pentágono y de
ciertos sectores estadounidenses. Así debe interpretarse el que, apenas concluidos los eventos de octubre pasado, se llevase a efecto la XII Conferencia de Ejércitos Americanos en Managua y el que apenas superada la huelga de enero, Washington anunciara que seguirá prestando ayuda militar a Somoza.

Pero, por otro lado, la tiranía resulta inconveniente a la posición moralista deCarter. De allí que éste diga ser partidario de que la situación se deje en suspenso hasta las elecciones presidenciales de 1981, para así ganar tiempo y evitar, a través de una liberalización paulatina, todo cambio drástico. En otras palabras, Carter parece ser partidario de que todo cambie en Nicaragua para que todo siga igual.

Resta entonces ver si los nicaragüenses están dispuestos a postergar sus aspiraciones libertarias. Lo que puede suceder en Nicaragua, tiene importancia tanto para sus habitantes como para el destino de la democracia en toda América Central. Por ello, Latinoamérica debe estar atenta, tanto para expresar su solidaridad, como para solicitar la intervención de las Naciones Unidas, ante cualquier intento de hacer intervenir a ejércitos extranjeros para sojuzgar, una vez más, al pueblo nicaragüense a quien se han ya infligido 42 años de indignidad.


Referencias
*Anónimo, EL NACIONAL-PRENSA. 18-01 - Caracas, Venezuela. 1978;
*Anónimo, EL NACIONAL-PRENSA. 19-11 - Caracas, Venezuela. 1978;
Este artículo es copia fiel del publicado en la revista Nueva Sociedad Nº 35, Marzo-
Abril, 1978, ISSN: 0251-3552, <www.nuso.org>. texto de María Méndez / abogada


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