León sufre más terremotos, pero Managua pone más muertos
Desde 1528 Nicaragua ha sufrido 35 sismos importantes. El más fuerte del que se tiene registro tuvo una magnitud de 7.3 Richter y provocó un tsunami que mató a casi 200 personas. El terremoto más dañino fue el de Managua en 1972, por la cantidad de muertos, pero León es la ciudad que más ha sufrido por los temblores.
Éstos son algunos de los datos menos conocidos de la historia de los terremotos en Nicaragua, a pesar de que se encuentran accesibles a través de la página web del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter: http://www.ineter.gob.ni/).
El terremoto de 7.3 que provocó un tsunami fue tan reciente que todavía no cumple los 18 años. Se dio el 1 de septiembre de 1992, y dejó un saldo de 178 muertos, con cientos de casas dañadas en el litoral Pacífico.
Los sismos de 1931 y 1972 en Managua cobraron 2,000 y 10,000 vidas respectivamente, pero la misma destrucción la vivieron en su momento León, Rivas, San Juan de Nicaragua y Mateare.
Cuando llega la noticia de un sismo en Nicaragua, o en cualquier parte del mundo, inmediatamente se asocia a Richter, la medida que se ocupa para conocer la magnitud del evento.
Sin embargo, en ocasiones se escucha hablar de Mercalli, un término que tiende a confundir a la gente cuando no está suficientemente informada.
Emilio Talavera, director de Sismología del Ineter, explica que la diferencia entre Richter y Mercalli consiste básicamente en que ambas escalas se refieren a cosas distintas, por lo que no debe haber mayor confusión.
Según el especialista, Richter mide la magnitud de un terremoto, y puede ser de 1.0 grados hacia arriba, ya que el límite lo marca cada evento, por ejemplo, el mayor de la historia es el de 9.5 de Chile en 1960.
Por el contrario, Mercalli mide la destrucción, y su escala es cerrada, desde I hasta el XII (en números romanos).
La destrucción causada por el terremoto de 1972 en Managua fue medida en intensidad de VIII a IX Mercalli, a pesar de que la magnitud fue de 6.2 Richter.
Talavera dijo que, si bien aquel sismo fue catalogado como “moderado” para los expertos, la intensidad fue alta, catalogada en la escala Mercalli como “destructiva”.
Para dar una idea, el terremoto de Haití, de magnitud 7.3 Richter, tuvo una intensidad de IX Mercalli, es decir “ruinoso”. En Chile el sismo fue de magnitud 8.8 Richter, pero catalogado en VI Mercalli, que significa “muy fuerte”.
El jefe de Sismología mencionó que las dos escalas pueden ser relacionadas, y que los científicos del Ineter hacen este ejercicio para que las autoridades correspondientes establezcan los parámetros de construcción que deben seguirse en el país.
Sin embargo, sólo León y Managua han quedado igual de devastadas que en 1972 en más de dos ocasiones.
León lo experimentó en 1663, 1885 y 1898. Managua se desvaneció en 1926, 1931 y 1972, aunque un estudio del Ineter asegura que este último tuvo más intensidad de destrucción que ningún otro.
Estos datos no incluyen la destrucción de León Viejo por el volcán Momotombo en 1528, cuando era la capital de Nicaragua, ni los sismos de Mateare y la Colonia Centroamérica en Managua, que fueron igual de destructivos en la zona del epicentro, pero no afectaron el centro de la capital actual.
La diferencia entre estas dos ciudades es que, mientras una tiene la mayor cantidad de terremotos sufridos, la otra tiene las afectaciones más altas en pérdidas humanas.
León ha sufrido al menos 11 sacudidas en los seis siglos del calendario cristiano, pero nunca se registraron más de siete muertos en un mismo terremoto.
Es preciso señalar que en la mayoría de temblores fuertes León tuvo pérdidas humanas, pero el dato de las mismas no fue contabilizado.
En cambio Managua suma 12,000 fallecidos en sólo dos de los seis terremotos que ha experimentado. Esto no incluye las víctimas del tsunami en San Rafael del Sur.
A pesar de la destrucción en otros municipios, Masaya es la tercera ciudad que más habitantes perdió en un terremoto, con cinco, en el año 2000.
TAMBIÉN EN EL NORTE
Otro dato poco conocido es que los somoteños de mediados de siglo pasado debieron acostumbrarse a vivir como si la tierra fuera gelatina, ya que después del terremoto de 1953 en ese municipio, las réplicas se mantuvieron durante un año, y se sentían incluso en Ocotal.
A pesar de que nadie se lo imagina, Jinotega también sufrió un terremoto. Fue en 1923, y la destrucción fue casi equivalente a la de Managua de 1972, guardando las diferencias.
En daños económicos, Managua y Nicaragua misma, todavía no se recuperan del desastre de 1972.
En aquel entonces no fueron calculados de forma certera, pero desde entonces el país próspero de Centroamérica se fue convirtiendo en el más pobre de la región, hasta lograrlo.
No obstante, antes también hubo pérdidas serias en otras ciudades.
En 1885 Chinandega tuvo pérdidas calculadas en un millón de córdobas por un terremoto, y en 1926 León contabilizó sus afectaciones en cuatro millones de dólares.
http://www.laprensa.com.ni/2010/03/13/nacionales/18948
Por: Wilder Pérez R.
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