bucaneros y corsarios


 
Documentos de gran valía son también los relatos y crónicas de los corsos y piratas ingleses, franceses y holandeses que tuvieron por teatro de sus correrías la costa del Caribe, y en ocasiones lograron penetrar hasta Granada, el puerto más importante, en el Gran Lago de Nicaragua; los poblados de Las Segovias, remontando los ríos; y el puerto del Realejo y la ciudad de León, en el Pacífico.


La geografía de Nicaragua, abierta tanto al océano Pacífico como al mar Caribe, y en este último teatro, a la lucha entre la corona española y la corona inglesa por su dominio, crea una dualidad de vivencias, de las que no podemos separar las aventuras de estos corsarios, que dejaron testimonio de sus aventuras en libros cargados de valor literario.

Los más importantes de entre ellos son

Piratas de América de John Esquemeling, cirujano de la expedición de Henry Morgan para la toma de Portobelo en 1668, publicado en Holanda en 1678, y que contiene valiosas referencias sobre Nicaragua;

y Un nuevo viaje alrededor del mundo de William Dampier, aparecido en Londres en 1697, y que habría de influenciar a Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver (1726), y a Daniel Defoe, autor de Robinson Crusoe (1719); en efecto, la historia del náufrago solitario, abandonado en una isla desierta, está contenida en el capítulo VI de la obra, que habla “del mískito (nicaragüense) que vivió solo durante más de tres años en la isla de Juan Fernández, su habilidad y astucia”.



artículo rescatado de:


http://www.nicaraguaportal.de/kunst-und-kultur/sergio-ramirez/enciclopedia-de-literatura-nicaraguense.html

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